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Cómo puede ayudarte la quiromancia.

Detalle de un antiguo cartel sobre quiromancia.


La quiromancia puede darnos una visión clara de nuestro carácter más profundo, nuestras necesidades y deseos, y nuestra actitud hacia las circunstancias actuales. Puede ayudarnos a diagnosticar problemas recurrentes en nuestras relaciones, descubrir las expectativas de los demás y reconocer las conductas autodestructivas en las que solemos incurrir. Puede reafirmar nuestros talentos, nuestros desafíos y posibilidades de vida. Estudiar las manos nos permite centrarnos en aquellos aspectos importantes de nuestra vida que podemos cambiar, ya que son símbolos vivos de nuestra historia e influyen en nuestras actitudes en cada momento. En lugar de revelar un patrón fijo (un destino inalterable), nuestras manos transmiten información sustancial sobre nuestro temperamento, personalidad, motivaciones y métodos.
Al interpretar el lenguaje de la mano, obtenemos una instantánea "vista de pájaro" de nuestro recorrido de vida, un mapa de nuestra trayectoria de vida individual.

La quiromancia puede ampliar aspectos importantes de este viaje, sugerir rutas alternativas y prepararnos para el emocionante camino que tenemos por delante.

Preguntas frecuentes:

• ¿Las líneas de tu mano cambian?

Las líneas cambian con el tiempo. Algunas aparecen o desaparecen en cuestión de meses, otras cambian lentamente a lo largo de los años, mientras que el color de la línea de salud puede ser un indicador diario de nuestra condición.
Los cambios en las líneas pueden reflejar una evolución en la actitud, la salud o el estilo de vida. Varias investigaciones han revelado relaciones directas entre el sistema nervioso y los patrones de nuestras manos. Por ejemplo, la forma de la línea del corazón (que representa las actitudes emocionales) se desarrolla cuando el niño entra en la pubertad, y las líneas de las manos se vuelven borrosas durante un período de crisis emocional o con el inicio de la senilidad (las facultades mentales se vuelven borrosas). Las impresiones y los cambios en el estilo de vida y el cuerpo se reflejarán en la mano (e incluso en las uñas).
Las huellas dactilares, por el contrario, nunca cambian. Incluso cuando las manos se lesionan, a medida que se recuperan del daño y el tejido de la herida cicatriza, se restauran los patrones originales. Sin embargo, los patrones de la piel pueden verse afectados si nuestro sistema inmunológico está deprimido. Por ejemplo, pueden aparecer líneas de "estrés" en las huellas dactilares.

¿Está todo “escrito” en la palma de tu mano?

No, nuestras manos son como un libro que se escribe a medida que vivimos.

Nuestra mano muestra nuestro estado actual y la dirección en la que nos movemos. Esta dirección no es ni inmutable ni inevitable. Nuestras actitudes, elecciones y fuerza de voluntad pueden cambiar la dirección de los acontecimientos y, como resultado, las líneas cambian, representando los nuevos caminos que surgen.

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